ATREVETE A PENSAR

Pensar, idear, soñar,reflexionar, darle vueltas a las cosas es el camino para cambiar aquello que no nos gusta, para cambiar el mundo. Por eso os invito a aceptar el desafío de pensar.
Sapere aude, ¡Atreveos a pensar por vosotros mismos!

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Qué diremos de los siguientes jóvenes?

Cuando toca hablar de la gente joven, surge de mi interior una defensa casi exagerada, fácilmente combatible y opinable. Una vez hecho el ejercicio de autocrítica, creo que es necesario darle la vuelta a la moneda y mostrar otra visión de la realidad. Porque sólo con la comprensión es posible la ayuda y el impulso para cambiar.
Desde todos los tiempos ha habido una tendencia a enjuiciar a los jóvenes desde la propia perspectiva, desde la vida que se ha llevado hace 50, 60 o 70 años.  Por eso los adultos vierten opiniones  muchas veces, cegados por la luz de su experiencia.
Un antiguo proverbio indio dice “nunca juzgues a alguien sin haber caminado tres lunas con sus zapatos”
Los jóvenes de hoy en día han nacido y crecido en circunstancias incomparables a las de sus propios padres, aunque sólo hayan pasado 60 años. En la historia de la humanidad siempre se ha dado el efecto péndulo, el paso de un extremo a otro. Mientras unos temblaban en la lucha contra autoritarios dictadores y eran educados en la austeridad, el decoro y el esfuerzo, otros se desatan en la libertad  de la democracia bajo otra dictadura, la del sexo, el consumismo y la pasividad.
No por eso puede decirse que el comportamiento de los jóvenes es sólo fruto de sus circunstancias. Sería una pésima excusa ya que al fin y al cabo cada uno puede modificar las circunstancias de su alrededor y así ser constructor de la sociedad en la que quiere vivir.
-Ya, pero no me negará que los jóvenes de hoy sólo piensan en diversión. ¿Cómo van a comprometerse con la sociedad?
Bueno sí, es verdad a veces parece que lo único que les importa es pasárselo bien. Siempre andan reclamando  sus derechos sin darse cuenta de que todo derecho conlleva un deber.
-Y ¿qué me dice de los ninis(ni estudian ni trabajan)? ¡vaya una vergüenza!
Desde luego que es lamentable, el resto de jóvenes también se avergüenzan de ellos. Pero sólo son una pequeña parte, una muestra que no debe arruinar la imagen de toda la juventud. No todos los jóvenes se levantan a las 2 de la tarde un lunes para no hacer nada.
-Y parece que no tienen ideales que les muevan, como si pelear por un mundo mejor no fuese con ellos. ¿Dónde ha quedado el coraje de aquel mayo francés del 68?
La verdad es que fue una gran revolución en aquel convulso París. Pero ¿y los indignados? Sin ir más lejos hace unos meses miles de jóvenes españoles salieron a la calle para reivindicar y exigir una democracia real. Podrán haber cometido errores pero fueron capaces de unirse por una cause noble.
Como otros que lo hicieron en un contexto más complicado y jugándose la vida en Egipto, Túnez o Libia.
Y no nos olvidemos de las Jornadas Mundiales de la Juventud en las que los jóvenes dieron una lección a todos de civismo y alegría. Todos unidos para manifestar su fe y su convicción de transformar el mundo con el amor.
De todas estas actuaciones se puede realizar una dura crítica y de hecho es lo que se ha hecho. La gente pone siempre mayor atención en lo negativo y se olvidan de lo positivo. Como si un par de actuaciones de cuatro impresentables pudieran teñir lo admirable de todos los movimientos.
Ya en tiempos de Sócrates se calificaba así a los jóvenes: “Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros”
Me pregunto qué diremos de la siguiente generación de jóvenes. No hace falta ser adivino para saberlo. Probablemente hablaremos cegados por la luz de nuestra experiencia. Pero ¿qué le vamos a hacer? Es la vida. De hecho, quizás sea necesario para que los jóvenes despierten de vez en cuando de su letargo.








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